Colgar el orégano fresco es el método más simple para secar el orégano.

Cosecha algunas ramas de orégano.

Lava las ramas de orégano.

Ata el orégano en un manojo por el tallo con un cordel o una liga.

Cuelga el manojo de una cuerda o gancho en un lugar cálido donde reciba luz solar indirecta.

El orégano debe estar seco y listo para almacenar entre dos a seis semanas.