
Algunos vinos solo necesitan un corto período de tiempo de almazamiento porque han sido producidos para ser consumidos inmediatamente, mientras que otros pueden almacenarse durante muchos años. Ciertos vinos tintos deben envejecer para alcanzar la máxima calidad.
Al añejar se está permitiendo que el vino se oxide a un ritmo muy lento para que los sabores se mezclen mejor y la aspereza del alcohol y taninos disminuyan.
